No es la crisis, es la mala educación la responsable de que este sector se tambalee.
La mala educación porque nos importa un pimiento lo que nos metemos por la boca.
¡Ojo! que a veces se nos olvida pero … abrimos la boca, nos metemos la comida, la masticamos, la ingerimos y ahí se queda para aportarnos con sus nutrientes lo necesario para que nuestro organismo funcione más o menos bien, que no es ninguna tontería.
Mientras los restaurantes echan el cierre uno tras otro, las cadenas de comida rápida siguen creciendo y creciendo.
No me veo ni cocinando basura ni a mi hermano vendiéndola.