El cliente que yo quiero es el cliente que me quiere. No a mí como persona que tampoco está mal sino a mí como Tossal.
Todavía me sorprende que el 99% de los clientes no pregunten por los arroces del día, los descubren cuando se sientan en la mesa, ¡qué fuerte!
Y luego está un 1% que no entiende nada y les entiendo… pero que al final lo comprenden todo, ¿cómo es posible?. Subestimamos muchas veces al cliente y nos sorprendemos, es más maduro de lo que pensamos.
La entrada de hoy trataba sobre La Paella de Mierda pero no me he atrevido creo que esta vez también os he subestimado a vosotros, sobre todo a vuestro sentido del humor ¡lo siento!
(la foto es de nuestros garbanzos para hacer “el arroz al horno sin horno”, la cosa es que raritos sí que somos). GRACIAS